El grupo de congresistas que apoya la
Credit for Caring Act compartió historias personales.
En una demostración
poco frecuente de unidad bipartidista, varios congresistas se reunieron
recientemente en Washington para unir sus voces sobre los desafíos que implican cuidado un ser
querido. “Si hay un tema que tenga el poder de unirnos más allá de los
partidos y las ideologías, más allá de la edad, los ingresos y el género, es el
cuido de un ser querido”, afirmó Nancy LeaMond, vicepresidenta ejecutiva, y
directora de activismo legislativo y compromiso de AARP. El evento The Cost of Caring: Family Caregivers and Tax Reform fue
convocado por el periódico The Hill y
patrocinado por AARP.
“En las mesas del comedor de todo el país”, dijo LeaMond, “las familias se hacen la
misma pregunta: ¿cómo me encargaré del cuidado de mamá, papá u otro ser querido
si les pasa algo y no se pueden cuidar por sí solos?
Cerca de 40 millones de personas que cuidan de un
familiar encuentran la respuesta a esa pregunta todos los días. Unos cuartos de
ellos pertenecen a la generación del milenio; aproximadamente 1 de 10 es mayor
de 75 años; 4 de 10 son hombres y el 61% tiene empleo.
La mayoría pone en riesgo su propia salud y seguridad
económica para ayudar a sus padres. Según un estudio de AARP Research, el año
pasado los que cuidan de un familiar gastaron un promedio de $7,000 (aproximadamente el 20% de sus ingresos) al prestar
cuidados a sus seres queridos.
“Es por esto por lo que AARP apoya Credit for Caring Act (ley de crédito tributario para los
cuidadores familiares)”, afirmó LeaMond.
El proyecto de ley crearía un crédito tributario de hasta $3,000 para
trabajadores que cuidan de un familiar, que reúnan los requisitos y que gasten
al menos $2,000 en costos relacionados con las responsabilidades de cuido.
El panel contó con la participación de algunos de los
partidarios del proyecto de ley, incluidas las senadoras Joni Ernst
(republicana por el estado de Iowa) y Tammy Baldwin (demócrata por el estado de
Wisconsin), y los representantes Dan Donovan (republicano por el estado de
Nueva York) y Michelle Lujan Grisham (demócrata por el estado de Nuevo México).
Hablaron sobre sus propias experiencias y crearon un conmovedor retrato de las
cargas económicas, emocionales y físicas que afrontan los que prestan cuidados.
Donovan, hijo único, perdió a su
padre décadas antes de que su madre comenzara a mostrar signos de demencia.
Cuando ella se fracturó la cadera hace unos años, a los 84, él regresó a casa
para cuidarla, pero los médicos le dijeron que su condición física y mental
requería atención en un hogar de ancianos. Donovan no estuvo de acuerdo y se
dedicó a su nuevo papel de cuidador; agotó los $60,000 que había ahorrado para
comprarse un apartamento a fin de cuidar de su madre. Ella vivió hasta los 89
años cuidada por su hijo en su propio hogar, lo que “nos dio a ambos un gran
consuelo”, afirmó.
Lujan
Grisham comenzó a cuidar de un familiar siendo una niña, cuando a los 10 años,
ayudó a su familia a cuidar de su hermana menor, quien había quedado con
discapacidades después de una cirugía de un tumor cerebral a los dos años.
Cuando le dijeron a la madre de Grisham que debía recluir a la niña en una
institución médica, “no lo permitió”. La familia cuidó de su hermana en casa. A
los tres años, la niña ya había excedido el límite de por vida del seguro
médico”. Su hermana murió a los 21 años.
Así comenzó
para Lujan Grisham una vida dedicada al cuido de sus seres queridos. Ella
se dio a la tarea de cuidar de su padre hasta que este murió y actualmente
cuida de su madre. “Prestar cuidados es un trabajo de 24 horas e involucra a
toda la familia”, afirmó.
Criada por
sus abuelos, Badwin dijo que no
titubeó al encargarse del cuido de su abuela cuando fue necesario. “Fue un
honor corresponder todo lo que ella y mi abuelo habían hecho por mí”, dijo, y
añadió que tuvo dificultad para encontrar los mejores recursos y asistencia en
su comunidad. “Estaba en mis 30 y no me sentía preparada”, afirmó.
Ernst habló
sobre el enorme desafío para un estado rural con una población que envejece
cada vez más: no tiene en lo absoluto suficientes centros para acomodar a
tantos residentes mayores que quieren quedarse en sus hogares y
comunidades.
Las versiones de la Credit for Caring Act de la Cámara
y el Senado se introdujeron en mayo. El proyecto de ley de la Cámara tiene
actualmente 14 co-patrocinadores de ambos partidos y la versión del Senado tiene
ocho.
Por: Victoria Sackett
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