Los funcionarios federales de salud
estiman que cada año aproximadamente 48 millones de personas se enferman debido
a un alimento contaminado con bacterias dañinas y muchas de las causas pueden
sorprenderlo.
Aunque muchas personas saben que los
productos animales deben manipularse cuidadosamente para evitar que se echen a
perder, muchos no saben que las frutas y verduras también pueden ocasionar
brotes de enfermedades transmitidas por alimentos. El año pasado, en los
Estados Unidos hubo varios brotes de enfermedades causadas por frutas y
verduras contaminados, incluyendo la espinaca, tomates y pimientos.
Glenda Lewis, una experta en
enfermedades transmitidas por alimentos de la Administración de Alimentos y
Medicamentos, comenta que los productos frescos pueden estar contaminados de
muchas maneras. Durante la etapa de crecimiento, las frutas y verduras pueden
contaminarse con la tierra, agua o el fertilizante. Después de la cosecha,
pasan por muchos manos y se incrementa el riesgo de contaminación. La
contaminación también puede ocurrir cuando el producto ya ha sido comprado,
durante la preparación de los alimentos e incluso debido a un mal
almacenamiento. Con tantas fuentes de contaminación que pueden ocurrir, es muy
importante preparar de manera segura los productos frescos antes de
consumirlos.
La FDA explica que se debe escoger
productos que no estén golpeados o dañados y asegurarse que los productos
precortados, tales como bolsas de lechuga o tajadas de sandía, estén
refrigerados o almacenados con hielo en la tienda y en el hogar. Además, siga
las siguientes recomendaciones:
Lávese las manos por 20 segundos con
agua tibia y jabón antes y después de preparar alimentos frescos.
·
Deseche toda parte dañada o golpeada
antes de preparar y comer.
·
Frote suavemente los alimentos mientras
los enjuaga bajo un chorro de agua. No se necesita usar jabón o un producto
para lavar productos frescos.
·
Lave los productos frescos antes de
pelarlos de manera que la suciedad y la bacteria no se transfieran del cuchillo
a la fruta o el vegetal.
·
Use una escobilla para limpiar las
verduras y frutas duras tales como melones y pepinos.
·
Seque las frutas y verduras con una
toalla de tela o de papel para reducir la bacteria que aún esté presente.
·
Deseche las hojas externas de las
cabezas de lechuga o repollo (col).
Lewis recomienda que se almacenen los productos frescos dentro del
refrigerador a 40 grados o menos.
Ya que la cocción de alimentos
elimina las bacterias dañinas, las frutas y verduras crudas son los que
acarrean el mayor riesgo de contaminación. Lewis sugiere evitar los brotes
crudos que normalmente se sirven en ensaladas, enrollados, sándwiches y comida
oriental.
U.S. FDA & DRUG
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