Pantone
ha escogido un tono que comunica originalidad e inconformismo. A partir de
ahora lo verás por todas partes. Pantone
y el Color del Año se están convirtiendo en un acontecimiento anual.
No duden que en breve será tan esperado como los Oscar o
las estrellas Michelin. Pues
bien, ya tenemos aquí el Color del Año 2018: el ultravioleta.
El
tono escogido es de la familia de los púrpuras, mezcla de rojo y azul, y llega como
una apuesta que hace la empresa Pantone, pero al mismo tiempo con poco riesgo,
puesto que ellos conocen muy bien la experiencia de sus décadas de trabajo en
el sector del color.
El ultra
violeta expresa inconformismo, lo
no convencional, la experimentación… Lo escogieron 40
expertos de Pantone, que cruzan información procedente de todas las áreas: economía,
política, sociología, arte, dibujo, historia, diseño…
¿De qué sirve el Color del Año? Para muchos
profesionales y empresas, el color forma parte de los productos que fabrican,
más de lo que uno podría creer: desde sombra
de ojos hasta automóviles, cortinas, papelería, packaging… A
muchos les sirve saber con antelación qué color va a estar de moda para acertar
en la elección a la hora de convencer a sus clientes: un frasco, una
carrocería, una laca de uñas… Ni que decir que el
color de la ropa: una blusa, un foulard o unas zapatillas deportivas.
El
Ultraviolet (ultravioleta) corresponde al código 18-3838 del catálogo de
Pantone, que muchas personas habrán visto sin saber qué era eso. ¿Recuerdan cuándo
va el pintor a casa y despliega una especie de abanico para que usted le diga
exactamente de qué tono quiere la pared del salón? Pues ese “abanico”
es el catálogo de qué hablamos.
Una
moda que nos gustará
Establecer
el Color del Año dice muchas cosas acerca de cómo funcionamos el público, los
consumidores. Por una parte, queremos ser originales, pero por otra cada uno de
nosotros tiene cierto miedo a la novedad, de manera que a veces la
primera impresión de un color nuevo sería de rechazo o de duda. Si ya nos
resulta familiar, entrará mejor. por eso, al proponer un Color del Año, lo
que hace Pantone es forzar una moda (la moda es aquello que más se
usa).
Más
o menos el sistema de la moda vendría a funcionar del siguiente modo: escogemos
un color, se propone a los fabricantes, ellos lo introducen en el producto,
sale al mercado y el mercado primero lo recibe como novedad. Luego lo
incorporará totalmente y se habituará. En un año ya formará parte de nuestro armario,
de nuestro neceser, de nuestra decoración en casa, de nuestros utensilios…
¿Cuesta
que nos acostumbremos?
Ahora nosotros, el público, somos quienes vamos a decidir si nos
complace ese tono, si lo vemos adecuado… Pero ya les adelanto que suele pasar
lo siguiente: la primera vez que uno ve el color pone cara de “uf, qué raro”,
la segunda dice “ah, ya lo conozco” y la tercera “pues no está tan mal”. Les
doy dos ejemplos de esta progresión: el rosa chicle (pasó de ser un color de
bebés a ser utilizado por Angela Merkel y Paris Hilton) y el amarillo(pasó de ser el
color de los buzones de Correos o los contenedores de residuos de plástico a
estar presentes en la moda de una forma habitual).
Dolors Massot
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