Christian Dior creó el icónico “Miss Dior”
inspirado en su hermana, una mujer que tras la Segunda Guerra Mundial se
propuso encontrar la belleza que aún quedaba en el mundo. El
diseñador francés y su hermana menor, Catherine Dior, pasaron gran
parte de su infancia jugando en los jardines de su villa en Granville, una
comuna francesa en la región de la Normandía, donde el olor de las flores luego
siempre los remitirá a la sensación de un hogar feliz. Sin embargo, con la
llegada de la Segunda Guerra Mundial, la familia Dior se vio
en aprietos económicos. Christian logró conseguir un trabajo en París como modisto y
se mudó junto a su hermana a un pequeño departamento.
Mientras
él vestía a una alta sociedad parisina que parecía ajena a las circunstancias
históricas, su hermana se convirtió en miembro de la resistencia francesa.
En 1944 Catherine fue arrestada por la Gestapo y aunque su
hermano trató de usar la influencia de algunos de sus clientes, fue inútil, ya
que pocos se querían involucrar en un caso que era considerado “traición” por
los alemanes. Christian estuvo más de un año preocupado sin saber de ella,
hasta que finalmente le dijeron que estaba libre en París luego de haber estado
meses en el campo de concentración de Ravensbrück. La guerra había
terminado.
Catherine se mudó al sur de
Francia, donde el gobierno le
otorgó un puesto de flores en compensación por lo que había sufrido. Había
pasado sólo un año, pero su rostro reflejaba el paso de más de una década. Pero
la señorita Dior no quiso perder su tiempo con rencores o venganzas; al
contrario, se propuso encontrar la
belleza que aún quedaba en el mundo.
Siguió visitando frecuentemente a
su hermano en la capital, quien ya había decidido tener su propia firma y
estaba en pleno proceso de confección de su primera colección con las más
hermosas telas.
Además, él también quiso crear una
fragancia para acompañar el que sería su primer desfile en 1947. ¿La razón?
Mientras las otras marcas presentaban líneas austeras por los tiempos de
post-guerra, él quería más bien
regalar alegría, beldad y elegancia (con su toque de
lujo) porque consideraba que,
al igual que su hermana, muchos buscaban “algo más” luego de tiempos tan
difíciles.
Les dijo a sus perfumistas Jean
Charles y Paul Vacher: “Creen un perfume que
huela a amor”.
Entonces, vinieron las notas de
gardenia, bergamota, rosas y jazmín… las mismas de aquel jardín donde la
familia Dior pasaba los más hermosos veranos y traía los más tiernos recuerdos.
Luego llegó el momento de buscarle
un nombre… tenían varios en boceto hasta que un día, mientras el diseñador
conversaba con su amiga y ayudante, Mitzah Bricard, Catherine entró por la
puerta y Bricard (cuya madre era inglesa) la saludó: “Oh, aquí está Miss Dior” … Para el diseñador
todo cobró sentido.
Monsieur Dior impregnó todo el
salón de la calle Montaigne con esta fragancia y así presentó su famoso New Look.
Las grandes actrices del momento, como Grace Kelly y Marlene Dietrich, se convirtieron en admiradoras no
sólo de la ropa, sino también de esta fragancia que “olía
a amor y felicidad”, seguramente tanto por sus notas
florales como por la intención por la que fue concebida.
Hoy en día, 70 años después, este
perfume -aunque con algunos ligeros cambios y con Natalie Portman como imagen-
sigue siendo uno de los más vendidos. Y es que el amor es así, nunca pasa de
moda, y como decía el propio Christian Dior: “El entusiasmo por la vida es el secreto de toda belleza”.
Adriana
Bello
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