Pautas, experiencias y estrategias que
debes considerar antes de viajar con tu ser querido.
Es
posible hacer un viaje con un adulto mayor bajo tu cuidado. Toma en cuenta
estos consejos.
“Viajar
y cambiar de lugar revitaliza la “mente”,
dijo el filósofo Séneca. Viajar, sin embargo, necesita planeamiento y algunas
consideraciones cuando lo hacemos con un adulto mayor, alguien quien quizá ya
tenga limitaciones como:
- Dificultad para subir y bajar escaleras, o fatiga
al caminar distancias cortas.
- Dolor al permanecer sentado por más de un par de
horas, o dolor al caminar más de unos cuantos minutos.
- Disminución de la visión al punto de no poder
leer letreros con información para orientarse.
- Disminución de la audición al
punto de que compromete la seguridad de la persona al no escuchar alarmas,
anuncios por altoparlantes, o instrucciones.
- Necesidad de ayuda para ir al baño y no caerse o
desorientarse, y para vestirse.
- Necesidad de ir al baño frecuentemente, en casos
de incontinencia.
- Pérdida notoria de memoria a corto plazo, por
ejemplo, no recordar dónde se guardaron los documentos de identidad
Necesidad de equipos que lo asistan
en la movilidad, como muletas, bastones, caminadores.
- O sillas de ruedas.
- Necesidad de oxígeno
permanentemente.
- Horario detallado para que tome varios
medicamentos.
- Dificultad para tomar decisiones y solucionar
problemas sencillos, como, por ejemplo, qué hacer si la batería del
teléfono se descarga y se necesita hacer una llamada.
·
Trivia: Examen de memoria
Si
tu ser querido tiene alguna de estas limitaciones e incluso si tú eres la única
persona que lo apoya y cuida, es posible hacer un viaje. Aquí dejo a tu
consideración algunos consejos y experiencias aprendidas.
- Una persona de la familia debe estar encargada de
la compra de pasajes aéreos. Esa misma persona puede manejar los programas
de puntaje por millas de los adultos mayores y verificar que sus cuentas
reflejen la información pertinente del pasajero. Por ejemplo: la necesidad
de una silla de ruedas para distancias largas, o solo hasta la puerta de
embarque o la puerta del avión. Esta persona se familiariza con las
aerolíneas que tengan verdaderos descuentos para adultos mayores y sus
respectivas regulaciones. Por ejemplo: algunas aerolíneas exigen pedir un
pase a bordo preferencial al llegar al aeropuerto, mientras otras hacen un
llamado al abordar para aquellas personas que necesitan asistencia, y
otras deben ser contactadas telefónicamente antes de la fecha del
viaje.
- Evita las aerolíneas y los aeropuertos pequeños si viajas con un adulto mayor, porque tu ser querido se vería forzado a usar escaleras para abordar o bajar del avión. Los aeropuertos grandes están mejor equipados para ofrecer ayuda Por ejemplo, la mayoría tiene hoteles dentro o muy cerca en caso de cancelación de un vuelo.
- Lleva a la mano los medicamentos y un resumen del historial clínico del viajero en su equipaje de mano (pequeño y liviano); no lo pongas en el equipaje que va en la bodega del avión.
- Yo acostumbro a dejar en mi correo electrónico y en el de mis hermanos una copia del historial clínico de mis padres, de las reservas aéreas y de hotel, de los pasaportes, y del itinerario de viaje. Si te preocupa la seguridad electrónica, puedes borrar esta información después del viaje
- Es bueno modificar los itinerarios para que incluya suficiente tiempo de descanso entre actividades y no excedan las reservas de energía. Las siestas, las paradas frecuentes para ir al baño, los descansos periódicos y un ritmo acorde con la capacidad de los viajeros mayores harán el viaje agradable para todos.
- Considera adquirir una silla de ruedas, liviana y portátil. Yo llevo una en los viajes que hago con mis padres, y en algunas ocasiones he regresado sin usarla. Pero en general me ha facilitado el acceso a distintas actividades y me ha dado tranquilidad. Para las aerolíneas, las sillas de ruedas no cuentan como una pieza del equipaje, y puedes llevarlas contigo hasta la puerta del avión y recogerla al desembarcar, lista para usarla.
- Toma ventaja de la política de preferencia para familias que viajan con niños o adultos mayores. Lo tiene la gran mayoría de aeropuertos y aerolíneas.
- A la hora de pasar por las revisiones de seguridad, asiste a tu ser querido, trata de ser tú quien vacíe sus bolsillos de elementos metálicos, y comunica al personal de seguridad cuando el adulto mayor no puede pasar por las máquinas de detección de metales, por ejemplo, si tiene un marcapasos. Algunas máquinas darán una alerta al detectar implantes como los de rodilla o cadera. La tarjeta médica que certifica la presencia de un implante debe ser portada por el viajero. Contar con un pase a bordo de preferencia para la revisión de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) no garantiza que tratan con deferencia a tu ser querido. Los cinturones, chaquetas y zapatos que supuestamente no necesitan quitarse las personas mayores de 75 años, pueden causar problemas si se aplica la regulación a un adulto mayor. Por ejemplo, pedirle a un adulto mayor que se quite los zapatos y que se equilibre para caminar descalzo presenta un riesgo de caídas de no haber personal correctamente capacitado en los aeropuertos. En casos como este, puedes pedir que usen un método alternativo, como una inspección manual, para revisar a tu ser querido.
Envejecer
no quiere decir que dejemos de viajar. Con el planeamiento adecuado y
reconociendo las limitaciones del ser querido con quien viajamos, podemos tomar
precauciones y adaptarnos para que viajar no solo siga siendo una actividad
factible, sino también un acontecimiento que disfrutemos todos.
by Lyda Arévalo-Flechas
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